Ilustración
de un cuento infantil

 

LA ZORRA Y LAS

 

UVAS.

La fábula suele definirse como una composición literaria, generalmente en verso, en la que por medio de una ficción alegórica y de personificaciones de seres irracionales, inanimados o abstractos, se da una enseñanza útil o moral. Su origen remoto es probablemente oriental. La paternidad de la fábula como género literario se atribuye a Esopo, griego del siglo VI a. de C., personaje semimítico cuya vida está llena de leyendas de dudosa autenticidad: por él, la fábula de animales se denomina «fábula esópica».
En Roma, el término "fábula" tiene, por un lado un sentido amplio, designando cualquier relato con peripecias variadas; por otro lado, se usa con el sentido restringido con las características que antes hemos citado.

FEDRO.

Nació hacia el año 15 a. de C. en Macedonia. Llegó a Roma como esclavo de Augusto, que después le concedió la libertad. Murió hacia el año 50 d. de C. Escribió cinco libros de Fábulas .


Como el propio Fedro nos dice en los prólogos y epílogos a sus libros, sus temas están tomados de Esopo, aunque también compone fábulas originales, inspiradas en la vida y en las costumbres de su época. Las dos características esenciales de la fábula de Fedro son la diversión y la enseñanza moral.

Las fábulas de Fedro encierran una dura sátira contra los poderosos que abusan de su poder, contra los soberbios, los mentirosos, los malvados.

Fedro utilizó para sus fábulas el senario yámbico, el tipo de verso que se utilizaba en las partes dialogadas de las comedias. Ennio, Lucilio y Horacio ya habían recurrido a la fábula de manera ocasional, pero fue Fedro quien introdujo la novedad de escribir libros, de los que llegó a publicar hasta cinco bajo el título de Fabulae Aesopiae. Fedro contribuyó a fijar el género y a darle la caracterización formal, que seguirían fabulistas de todos los tiempos.

 


Fame coacta vulpes alta in vinea

uvam appetebat summis saliens viribus;

Quam tangere ut non potuit, discedens ait:

Nondum matura est; nolo acerbam sumere"

Qui facere quae non possunt verbis elevant,

adscribere hoc debebunt exemplum sibi.

 

Acuciada por el hambre, una zorra intentaba alcanzar unas uvas que pendían de una elevada viña saltando con todas sus fuerzas. Al no conseguir alcanzarlas, dijo cuando se marchaba: "Están verdes y no quiero comerlas ácidas".

Quienes quitan valor con sus comentarios a las cosas que ellos no pueden hacer, deben aplicarse este cuento a sí mismos.

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